Descalza por el parque

La música suave, una imagen que resume mucho de lo que siento en mi alma y mi corazón mucho más tranquilo es el trío perfecto para poder escribir...

Ha llegado un momento en que estoy excesivamente cansada por hacer el esfuerzo de estar a la altura de ciertos comportamientos que se suponen que son los correctos.

Esta noche siento mariposas en mi estómago de respeto por las cosas que sé que saldrán de mis dedos....

Un día hace mucho supe que algo no funcionaba bien en mi, cuando cada cosa que hacía me producía una estela de tristeza nada comprensible. No me hice amiga de esa tristeza que aparecía y desaparecía sino que quise luchar contra ella y sólo me produjo más sentimientos.... hasta que un día mi cerebro dijo basta y se dio por vencido, desde entonces todos esos sentimientos han gobernado mi vida, toda los aspectos de mi vida. No he tenido una reacción normal por algún acontecimiento desde hace tiempo que mi cerebro es incapaz de recordar.... lo que si recuerda es la sensación de soledad, de abandono y de suma tristeza que eso me ha provocado.

Al hacerme más mayor, casarme y tener un trabajo estable se suponía que yo debía estar mejor pero las circunstancias no ayudaron ya que la persona que escogí nunca me comprendió y me hizo pagar un alto peaje por mi libertad..... ese sujeto porque no merece otro nombre me maldijo con sus amenazas y sus insultos y su "estás loca" "así nadie te querrá" me han acompañado hasta este momento.... darle ese poder a alguien es no sólo no quererse sino dejar de ser una misma..... pero la realidad es que algo ya no funcionaba en mi y todo lo que sucedió en esos seis años me produjo más herida mental de la mi propio trastorno.

Tenía un trabajo estable que abracé con todas mis fuerzas ya que mi vida empezaba a resquebrajarse. En ese lugar cometí errores tanto como pensar que esas personas eran mis amigas y expliqué cosas personales que no mucho tiempo después fueron utilizadas en mi contra. La herida se hizo poco a poco más grande e incontenible que me dejó sin uno de mis pilares....

Tenía a mis amistades, buenas amigas yo creía, que decían que estaban conmigo.

 Se inicio mi tsunami mental y arrasó con lo poco que quedaba de mi hasta el punto de pensar en quitarme la vida. Justo en ese momento mi familia que siempre han estado cerca pero no de la manera que yo creía que debían estar se conectaron a mi problema y en ese instante Inma, esa mujer frágil murió, tras tres años casi sin salir de casa, abandonar mi casa en la extensión de la palabra, dejar de tomarme la medicación y sinceramente abandonar todos los hábitos saludables, no saludables y todo lo que la vida nos ofrece.... al sentirme muerta por dentro pensé en el siguiente paso.... en ese momento sin mis facultades mi hermana y mi padre firmaron por ingresarme en una unidad psiquiátrica para contenerme. No sentía nada más que miedo y no pensaba más en que mi vida había acabado. Fueron unos días muy duros para mi, ahora sé que muy duros que para los míos..... en algún instante ya no recuerdo en cual empecé a tomar consciencia que dependía de ellos y ellos estuvieron junto a mi conteniéndome, cuidándome y no preguntando nada.

Salir fue más difícil que entrar, mi hermana al mando y con ayuda de mi familia destaparon todos los secretos de mi abandono y yo tuve que enfrentare a la dura realidad del punto que llegué con mi abandono..... el ingreso fue duro, enfrentarme a esa vergüenza fue brutal.... todos, ayudaron a desmontar el desastre y construirme un hogar para que yo pudiera volver.....  fue un camino duro, necesario y me todo a lo que tenía miedo me tuve que enfrentar....

Durante todo ese proceso llegó la carta del tribunal médico porque había llegado al límite de la prestación por enfermedad, y al contrario que la primera vez que me fue denegada, esta vez me enviaron al psiquiatra forense y fue algo que no olvidaré, la dureza de sus preguntas y volver a repasar todos los informes como si fuera una rata de laboratorio. Dos meses después y gracias a todas las gestiones con los médicos y abogado de mi hermana me llegó la carta de mi larga enfermedad.

El mundo que yo conocía ya no era ni por asomo el que ahora estaba, ese lugar que le dediqué 23 años de mi vida laboral no al 100 sino 150% ni siquiera dieron señales de vida..... fue como si de repente me echaran por la puerta de atrás como un trapo viejo que ya no es útil.

Mis amistades aguantaron un poco más pero se fueron alejando una tras otras, por no decir todas las que desaparecieron antes del tsunami...... no voy a profundizar en este tema porque ninguna se lo vale, herida tras herida he ido tragando sus decisiones y ya está.

Desde que empezó el tsunami han pasado cinco años, desde que tengo la larga enfermedad un año y medio. Ahora tengo claro por quien lucharía, sólo por mi familia, esos seis seres que dieron su tiempo, su amor, su dedicación por mi y para mi..... que han sabido adaptarse a esta nueva persona que soy.....

Ahora soy Ada, es la mujer que intenta buscar el equilibrio con todas las bolas en el aire y que ha comprendido que debe tener una cuidadora, mi hermana, que siempre tendré problemas para decidir las cosas y que siempre necesitaré ayuda para poder llevar una vida normal dentro de mis carencias....

La realidad para escribir esto más específico de lo que hice la primera entrada es que quiero ser esa persona limitada pero vivir...... no he sabido vivir..... y quiero que la vida me permita eso..... lo demás, aceptar mi enfermedad, mi nuevo mundo al no trabajar, mi vida diaria controlada, mi medicación que me contiene pero que me limita un poco más aprenderé a manejarlo si consigo construir de todo esto una vida, al igual que hicieron mi familia del desastre construirme un hogar.... yo de todo esto construir una vida......

No voy a volver la mirada atrás, adiós si allí decidiste quedarte, otras personas llegaran y quiero estar abierta a esas experiencias....

Ada.